En el caso del brutal femicidio de Agustina Fernández en Cipolletti, la Justicia rionegrina ha iniciado el «control de acusación» con la participación de más de 150 testigos para analizar la culpabilidad de Pablo Parra, el único imputado por el crimen.
Durante dos intensas jornadas, el Ministerio Público Fiscal y la querella buscarán probar la culpabilidad del acusado. La Fiscalía ha formulado cargos tras una profunda investigación que involucró a peritos.
Se presentarán un total de 136 testigos por la Fiscalía, 22 testigos por la defensa y 48 testigos propuestos por la querella y la fiscalía, lo que podría llevar el número total de testigos a 158.
Durante la audiencia de control de acusación y el juicio, pueden realizarse acuerdos entre las partes y desestimientos de testigos. Además, se han dispuesto bloques de tiempo en días consecutivos para permitir la participación de familiares de la víctima que residen en La Pampa.
En la teoría del caso de la Fiscalía y la querella, se sostiene que el crimen ocurrió en el departamento de Parra, donde habría pactado una cena con la víctima y luego la atacó brutalmente, culminando en su fallecimiento. Parra ha declarado su inocencia en la previa al juicio. La acusación se basa en la calificación legal de femicidio, y Parra está imputado como autor del crimen.