El equipo de Javier Milei planea realizar cambios profundos en el Ministerio de Justicia, proyectando recortar hasta un 33% del personal. Esta decisión se basa en evaluaciones de contratos por vencer y en una reorganización interna que el nuevo equipo ya ha consensuado. Además, se plantean reformas en áreas sobredimensionadas como el registro de patovicas, el departamento de prensa y la Secretaría de Derechos Humanos.
Cúneo Libarona, futuro ministro, propone un sistema de control estricto de personal y ya ha recibido apoyo de colegas, a pesar de las probables resistencias gremiales y de organizaciones de derechos humanos. Asimismo, se prevé el traspaso de importantes organismos de control como la UIF y la OA al ámbito del Ministerio de Justicia, con la intención de impulsar cambios significativos en la lucha contra la corrupción y el lavado de dinero.
El equipo de colaboradores está prácticamente definido, pero se mantiene en secreto hasta la asunción el 10 de diciembre, fecha en la que se presentarán proyectos de ley clave. Además, se especula con nombres para cargos relevantes como la Procuración General de la Nación y la Corte Suprema, evidenciando una estrategia de cambio y renovación en la justicia, incluyendo la búsqueda de una mujer para la Corte Suprema.