El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) de Argentina ha dado un paso innovador al aprobar la elaboración de vino con baja graduación alcohólica o incluso sin alcohol, en respuesta a la creciente demanda de consumidores y sectores destacados de la industria vitivinícola.
Esta medida, ahora integrada a la Ley General de Vinos, introduce las categorías de «Vino Parcialmente Desalcoholizado» y «Vino Desalcoholizado» o «Vino Sin Alcohol». Según la nueva regulación, el vino parcialmente desalcoholizado se refiere a aquel producto con una disminución del contenido alcohólico superior al 20%, manteniendo un mínimo de 0,5% de volumen de alcohol. Mientras tanto, el vino desalcoholizado o sin alcohol contiene menos de 0,5% de volumen de alcohol.
Esta decisión del INV surge tras un análisis exhaustivo de regulaciones en otros países vitivinícolas líderes como China, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile, así como las directrices de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) sobre la desalcoholización.
La medida no solo atiende las demandas de consumidores preocupados por la salud o en situaciones especiales, como mujeres embarazadas, sino que también se percibe como una oportunidad para expandir mercados y satisfacer necesidades específicas dentro de la industria.
Anteriormente objeto de controversias, esta decisión ahora se ve con optimismo por parte de gran parte de la industria, que la considera un avance positivo para el sector. Con este nuevo marco regulatorio, se espera que la producción de vinos con baja graduación alcohólica o sin alcohol crezca, ofreciendo opciones más amplias a los consumidores y fortaleciendo la posición de Argentina en el mercado internacional del vino.