Al menos ocho personas han muerto y miles han resultado heridas en los suburbios de Beirut y otras partes del Líbano tras la explosión de sus localizadores portátiles este martes, según ha informado el Ministerio de Sanidad libanés a varios medios internacionales. Fotos y vídeos que circulaban por las redes sociales mostraban a personas tendidas en el pavimento con heridas en las manos.
Un alto cargo de la inteligencia militar y un funcionario de un grupo libanés con conocimiento de la situación confirmaron que los localizadores utilizados por Hezbolá para comunicarse entre sí habían detonado.
El segundo funcionario dijo a ‘Associated Press’ que se creía que había sido un ataque israelí, sin embargo el Ejército israelí ha declinado hacer comentarios sobre la acusación.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, había advertido anteriormente a los miembros del grupo que no llevaran teléfonos móviles, afirmando que podrían ser utilizados por Israel para rastrear sus movimientos y llevar a cabo ataques selectivos.
El Ministerio de Sanidad libanés pidió a todos los hospitales que estuvieran alerta para recibir a pacientes de urgencia y a las personas que tuvieran localizadores que se alejaran de ellos. También pidió a los trabajadores sanitarios que evitaran el uso de dispositivos inalámbricos.
Los fotógrafos de ‘AP’ en los hospitales de la zona dijeron que las salas de urgencias estaban desbordadas de pacientes, muchos de ellos con heridas en las extremidades, algunos en estado grave.
La Agencia Nacional de Noticias estatal dijo que los hospitales del sur del Líbano, el valle oriental de la Bekaa y los suburbios del sur de Beirut -todas zonas donde Hezbolá tiene una fuerte presencia- habían hecho un llamamiento a la gente para que donara sangre de todo tipo.
La agencia de noticias informó de que en los suburbios del sur de Beirut y otras zonas «el sistema de localizadores portátiles fue detonado utilizando tecnología avanzada, y se registraron decenas de heridos».
Al principio un funcionario de Hezbolá dijo que al menos 150 personas, entre ellas miembros del grupo, resultaron heridas en diferentes partes del Líbano al explotar los localizadores que llevaban. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que las explosiones fueron el resultado de «una operación de seguridad que tenía como objetivo los dispositivos».
«El enemigo (Israel) está detrás de este incidente de seguridad», dijo el funcionario, sin dar más detalles. Añadió que los nuevos localizadores que llevaban los miembros de Hezbolá tenían baterías de litio que al parecer explotaron.
Las baterías de litio, cuando se sobrecalientan, pueden humear, fundirse e incluso incendiarse. Las baterías de litio recargables se utilizan en productos de consumo que van desde teléfonos móviles y ordenadores portátiles hasta coches eléctricos. Los incendios de baterías de litio pueden alcanzar hasta 590 ºC.
El incidente se produce en un momento de gran tensión entre Líbano e Israel. El grupo militante libanés Hezbolá y las fuerzas israelíes llevan más de 11 meses enfrentándose casi a diario con el telón de fondo de la guerra entre Israel y Hamás, aliado de Hezbolá, en Gaza.
Los enfrentamientos han causado centenares de muertos en Líbano y decenas en Israel, y decenas de miles de desplazados a ambos lados de la frontera. El martes, Israel declaró que detener los ataques de Hezbolá en el norte para permitir a los residentes regresar a sus hogares es ahora un objetivo de guerra.