El Paso Internacional Cristo Redentor, que conecta Mendoza con Chile, vive días de caos debido al aluvión de turistas argentinos que buscan pasar Año Nuevo en el país vecino. Desde Navidad, las demoras en el cruce han superado las 7 horas y llegaron a alcanzar hasta 12 horas en los momentos más críticos.
Las largas filas, que se extienden por kilómetros, han generado incidentes menores entre conductores, como el intento de adelantarse en la fila registrado por un usuario en redes sociales. A pesar del buen clima registrado el fin de semana, el colapso del paso fronterizo persiste debido al altísimo flujo vehicular.
Para mitigar las demoras, las autoridades aduaneras implementaron un nuevo protocolo para los micros de larga distancia, que deben someterse a controles más exhaustivos. Sin embargo, estas medidas también generaron quejas entre los turistas.
A pesar de las molestias, muchos viajeros tomaron precauciones, llevando agua y alimentos para hacer más llevadera la espera. Los turistas se enfrentan además a posibles complicaciones similares en su regreso a Argentina.
El caos en la frontera refleja la alta demanda turística y la necesidad de medidas que agilicen el cruce para evitar más tensiones y malestar.