Es la primera vez que el Pontífice se deja ver en público sin sus vestiduras papales, lo que generó asombro y emoción entre los presentes
Una imagen impactante ha dado la vuelta al mundo: el Papa Francisco apareció sin sotana en la basílica de San Pedro. Vestido de civil y sin solideo, sorprendió a los fieles tras ingresar a la iglesia pasadas las 13:00 horas, sin previo aviso ni protocolo.
Es la primera vez que el Pontífice se deja ver en público sin sus vestiduras papales, lo que generó asombro y emoción entre los presentes. La escena fue captada por algunos ciudadanos que no dudaron en compartir las imágenes en redes sociales, que pronto se hicieron virales.
El Vaticano confirmó la visita a través de su medio oficial, Vatican News, aunque evitó publicar fotografías del momento. Aseguran que Francisco fue a rezar ante la tumba de San Pío X, el pontífice recordado por relanzar la catequesis en la Iglesia.
También habría querido comprobar el resultado de unas obras de restauración recientemente finalizadas en la basílica vaticana. Según la información difundida, el Papa llevaba una manta sobre las piernas y cánulas nasales de oxígeno por el frío y su estado de salud.
La descripción encaja con las imágenes difundidas, en las que aparece ligeramente despeinado y sin sus habituales ropajes pontificios. Todo indica que, tras una mañana difícil durante su recuperación, decidió salir a tomar aire por los jardines vaticanos.
Desde allí habría decidido ingresar espontáneamente a San Pedro, sin escoltas visibles, en un gesto de cercanía con el pueblo. «Nos conmovió verlo así, vestido de civil, sencillo. Todos lloraban, incluso los guardias», recogen algunos medios del Vaticano.
Una peregrina se acercó al Papa y le dijo: «Santidad, estamos deseando que vuelva aquí», lo que le habría emocionado profundamente. Francisco, de 88 años, se encuentra en la tercera semana de convalecencia tras superar una grave pulmonía bilateral, según fuentes médicas.
Aunque ha dejado atrás la fase crítica de la enfermedad, los doctores le han prescrito ocho semanas completas de recuperación. La Santa Sede aún no ha confirmado si el Papa estará presente en la misa del próximo Domingo de Ramos en el Vaticano.
Lo que sí ha trascendido es que Francisco no tiene intención de vivir la Semana Santa a puerta cerrada, como en otras ocasiones. El gesto del Papa, sencillo y profundamente humano, ha generado una ola de apoyo entre fieles católicos y creyentes de todo el mundo.
Muchos interpretan esta aparición como un mensaje de humildad, cercanía y resistencia en un momento delicado para su salud. En un Vaticano que cuida cada imagen, esta escena espontánea deja ver el carácter único de un Pontífice que no deja de sorprender.