• 05/06/2025 13:47

Avanzan en la modificación de la ley de Terapeutas

Durante el plenario de las comisiones de Legislación General y Legislación Social, presididas por Liliana Robledo y Laura Trapaglia, respectivamente, diputados y diputadas trataron el proyecto de ley por el que la provincia de La Pampa adhiere a la ley nacional 27.051 y se derogan artículos de la Ley 2.079, para que los profesionales en Terapia Ocupacional pasen a estar bajo la regulación de la ley nacional.

Para contribuir al debate, estuvieron presentes las profesionales Marcela Battaglia, Lucila Cudós, Pilar Gallego, Valentina Rodríguez, Marina Menéndez y el profesional Horacio Krenz.

En primer lugar, la licenciada Marcela Battaglia, terapeuta ocupacional, presentó los fundamentos que sostienen la necesidad de que la provincia adhiera a la ley que regula el ejercicio profesional de la Terapia Ocupacional en todo el territorio argentino.

En su intervención, Battaglia remarcó que la adhesión implicaría «un gran avance» para el sector, al permitir la actualización de un marco legal que considera obsoleto. «La ley vino a poner el marco regulatorio apropiado para la profesión a nivel nacional, que tenía una legislación también bastante antigua, y ha jerarquizado nuestra profesión y nos equipara con estándares mundiales», señaló. Explicó que Argentina, a través de la AATO (Asociación Argentina de Terapistas Ocupacionales), forma parte de la Federación Mundial de Terapistas Ocupacionales desde 1954, y que el crecimiento de la profesión ha sido sostenido desde su origen, en los años ’50, durante la epidemia de poliomielitis.

Battaglia puso en valor el rol de las y los profesionales de la Terapia Ocupacional y aclaró que no se trata de una actividad complementaria ni secundaria dentro del sistema sociosanitario. «Nosotros somos una profesión sociosanitaria que tiene como objetivo principal facilitar la participación de las personas en las ocupaciones de la vida diaria. Desde que una persona nace hasta que muere, su vida está atravesada por las ocupaciones. Y nosotros trabajamos justamente sobre eso», explicó. Agregó que muchas veces se asocia la atención solo a personas con discapacidad, cuando el enfoque del abordaje es más amplio: «Siempre estamos apuntando a los componentes del desempeño ocupacional, adaptando actividades o entornos para que la persona pueda llegar a realizar sus roles de manera exitosa y sortear la mayor cantidad de obstáculos posibles».

Durante su exposición, comparó la ley nacional con la ley provincial vigente, la cual –según indicó– incluye a la Terapia Ocupacional de forma muy acotada, con apenas un puñado de artículos y pocas incumbencias reconocidas. En contraposición, la ley nacional contempla un espectro mucho más amplio: «Incluye evaluación y tratamiento de disfunciones ocupacionales, diseño y adaptación de entornos y actividades, promoción de la salud y prevención de la discapacidad, rehabilitación integral en todas las edades, asesoramiento y orientación a individuos, familias y comunidades, docencia e investigación».

A lo largo de su intervención, Battaglia subrayó la multiplicidad de ámbitos en los que se desempeñan las y los terapeutas ocupacionales: hospitales, clínicas, centros de salud mental, instituciones educativas comunes y especiales, espacios comunitarios, hogares, centros de día, entornos laborales, el ámbito judicial, el ejercicio privado, entre otros. «Realmente amamos nuestra profesión, siempre tratamos de defenderla, y para nosotros es la más importante de todas», expresó.

También se refirió al riesgo que implican las ofertas de formación no oficial y de corta duración, que pueden «inducir a errores» a quienes creen estar habilitados a ejercer sin título universitario: «Hemos tenido durante muchos años, y seguimos luchando contra ofertas engañosas de técnico o auxiliar en terapia ocupacional, cursos que duran seis meses. Esta ley es un marco regulatorio fundamental también para defendernos de estas ofertas».

En cuanto a la matriculación, recordó que la misma seguirá dependiendo del Ministerio de Salud provincial hasta tanto se logre constituir un colegio profesional. «El Ministerio va a ser el órgano de ejecución de esta ley», indicó, y precisó que actualmente hay 39 profesionales en toda la provincia. «Para nosotros es un montón, pero sigue siendo muy poco. Hay mucha demanda, especialmente en pediatría, y estamos con bastante escasez de turnos para poder responder», concluyó Battaglia.

En la ronda de preguntas, se le consultó a los profesionales sobre las ventajas puntuales de adherir a la ley nacional.

Valentina Rodríguez señaló que los límites impuestos por la ley provincial vigente conforman una norma acotada que ubica a la Terapia Ocupacional casi exclusivamente en el ámbito médico-rehabilitador, sin dar cuenta del enfoque «más amplio y comunitario» que la disciplina ha adoptado con el tiempo. «Nos pone muy en la parte médica, y no ve la dimensión más social y comunitaria del trabajo que realizamos», sostuvo.

La terapeuta celebró el espíritu moderno de la nueva ley nacional, que permite a las y los profesionales del sector desempeñarse en ámbitos como el sistema penitenciario, el sistema educativo y otros espacios no contemplados en la normativa provincial. «Nos ampliaría el campo laboral y, sobre todo, reconoce que nuestra profesión también ha evolucionado, como todo ha cambiado en estos años», expresó.

En ese sentido, Rodríguez indicó que ya no se trabaja bajo el modelo tradicional en el que el médico era quien dirigía las intervenciones: «Hoy contamos con diagnósticos ocupacionales, evaluamos a las personas en función de su desempeño en las actividades de la vida diaria, y desde ahí intervenimos».

Más adelante, se les consultó a los profesionales por las diferencias que contempla su especialidad respecto de otros terapeutas.

Rodríguez volvió a tomar la palabra y explicó que la Terapia Ocupacional implica mirar a cada persona desde su capacidad de acción en el mundo, más allá del diagnóstico médico. «Si alguien tiene una depresión, claro que puede haber un diagnóstico psiquiátrico, pero nuestro abordaje se centra en cómo esa situación afecta sus ocupaciones, en cómo esa persona se viste, se relaciona, trabaja o deja de hacerlo. Evaluamos esas áreas del desempeño y diseñamos intervenciones acordes a su realidad», dijo.

Frente a las confusiones que a veces surgen con otras disciplinas del campo de la salud, como la kinesiología, Rodríguez aclaró: «No se trata de elegir entre una u otra. Somos profesiones distintas, con formaciones distintas y abordajes distintos, que pueden trabajar sobre un mismo objetivo desde perspectivas complementarias».

Y ejemplificó: «En el área de traumatología, un kinesiólogo trabaja para rehabilitar una muñeca desde la función física, y un terapeuta ocupacional también, pero lo hace pensando en cómo esa persona va a volver a vestirse sola, a manejar su auto, a trabajar. Los objetivos pueden coincidir, pero las estrategias y el enfoque son diferentes», concluyó.