Los siguientes son los trece casos de femicidios en los que, a pesar de que nunca fue hallado el cadáver de la víctima, se logró condenar al autor del crimen:
– María Sebastiana Lara (36): su femicidio tuvo lugar el 24 de septiembre de 1989, en la localidad neuquina de Chos Malal, cuando Lara desapareció sin haberse llevado ninguna prenda de vestir de su casa.
Unas semanas más tarde, los investigadores del hecho encontraron en la casa de su esposo, Salvador Pucci, un arma calibre 9 milímetros y esquirlas de bala manchadas con sangre.
Finalmente, el 22 de mayo de 1992 fue condenado a 20 años de prisión por el crimen de Lara, luego de que los peritos acreditaran que Pucci la mató de un tiro en la cabeza.
El mismo Pucci fue liberado a principios de 2010 y, en junio de ese año, asesinó a otra expareja suya, Miriam Flores, en La Pampa, quien fue hallada quince días después de su muerte semienterrada y cubierta con piedras, hecho por el cual fue condenado a 20 años de prisión.
– Andrea Noemí López (25) : fue asesinada el 10 de febrero de 2004 en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa. Diez años después, su esposo Victor Purreta, fue condenado a 26 años de prisión por el femicidio, luego de que el hijo de la pareja declarara que había sido testigo directo del hecho.
– Stella Maris Pugliese: su crimen ocurrió el 5 de mayo de 2007 en el barrio porteño de Floresta, donde Stella Maris -que estaba embarazada al momento del hecho- fue asesinada de un disparo en la cara, según indicaron en su fallo los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de la Capital Federal. Dicho tribunal condenó a prisión perpetua al esposo de Pugliese, Diego Estanislao Hervatín, por el delito de «homicidio agravado por el vínculo» al comprobar que» el cuerpo fue ocultado o hecho desaparecer».
– Claudia Marcela Monzón (42): su asesinato sucedió el 24 de septiembre de 2009 en el barrio porteño de Villa del Parque. Un día después, su exesposo Mauricio Daniel Severi denunció que estaba desaparecida, aunque días después confesó que la asesinó y enterró el cadáver en un predio de Lomas de Zamora. En marzo de 2013, el Tribunal Oral en lo Criminal 15 de la Capital Federal, condenó a Severi a 16 años de prisión por el «homicidio preterintencional agravado por el vínculo» de Monzón.
– Érica Soriano (30): el 21 de agosto de 2010 fue la última vez que se supo de Érica, que había salido desde Lanús rumbo a una clínica de Capital Federal, para hacerse un control ginecológico ya que estaba embarazada de dos meses. Su pareja, Daniel Lagostena, fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 9 de Lomas de Zamora a 22 años de prisión por su asesinato.
– Soledad Olivera (31) y Johana Chacón (13): por ambos hechos se culpó a Mariano Luque y sucedieron en la localidad mendocina de Lavalle. El crimen de Olivera sucedió el 18 de noviembre de 2011, mientras que Chacón fue vista por última vez el 4 de septiembre de 2012 en la puerta de la finca donde vivía junto a su hermana y Luque. Las sentencias por ambos casos se unificaron y Luque fue condenado a 32 años de cárcel.
– Noelia Johana Rodríguez (22): fue vista por última vez el 4 de mayo de 2014 en la localidad salteña de Guachipas. Por su asesinato se detuvo a Aldo Vargas, quien mantenía una relación extramatrimonial con la víctima, y a su esposa Carina Cardozo. Dos años más tarde, la Sala III del Tribunal de Juicio de Salta condenó a Vargas a prisión perpetua, mientras que Cardozo fue sentenciada a 20 años de prisión.
– Milagros Avellaneda (27) y su hijo Benicio Coronel (2) : fueron vistos por última vez en la ciudad de San Miguel de Tucumán en octubre de 2016. Por ambos crímenes fue condenado a prisión perpetua el guardiacárcel Roberto Carlos Rejas, padre del niño.
– Adriana del Valle Caballero (25): su asesinato ocurrió el 20 de noviembre de 2016 en la localidad bonaerense de Necochea. El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de esa ciudad, en un juicio por jurados populares, condenó a César Raúl Villanueva, su pareja, a prisión perpetua.
– Maira Iris Benítez (17): desapareció el 17 de diciembre de 2016 en la localidad de Villa Ángela, Chaco. Rodrigo Silva, con quien había tenido una relación, fue condenado a 21 años por «homicidio simple».
– Stella Maris Sequeira (61): La última vez que vieron a Sequeira fue el 29 de diciembre de 2016 en su casa de la localidad de Ezeiza. Su pareja Rubén Ernesto Carrazone denunció la desaparición de Sequeira y aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que supuestamente le exigían 80.000 dólares para liberarla.
Finalmente, se comprobó que había sido una falsa denuncia y Carrazone fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de La Plata.
– Silvia Vázquez Colque (33): su femicidio sucedió en la ciudad de Viedma, Río Negro, el 4 de junio de 2017. En octubre de 2019, un Tribunal condenó a perpetua su expareja Marcos Thola Durán por considerarlo autor penalmente responsable del delito de «homicidio agravado por haberse cometido contra quien ha mantenido una relación de pareja y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer en un contexto de violencia de género».