Se trata de Michael Verón, que el 8 de junio del año pasado cayó en una pileta en el destacamento de Apóstoles en Misiones. Por la causa, hay una investigación judicial y varios militares fueron apartados.
Michael Verón, de 26 años, quien fue víctima de un ritual de “bienvenida” en el destacamento militar de Apóstoles en Misiones cuando aspiraba a convertirse en suboficial, está parapléjico, sigue internado y contó que perdió el conocimiento «21 días».
“Muchas cosas no recuerdo. Fue el 8 de junio del año pasado cuando mi familia recibió la peor noticia que nos cambió la vida a todos. Estaba haciendo la carrera militar y me hicieron la bienvenida en el destacamento de Apóstoles”, dijo el soldado.
Asimismo, agregó: “Cada actividad que se hacía estaba ordenada, no me acuerdo si me caí o me empujaron o me tiraron. Acá los chicos no midieron las consecuencias y me llevé la peor parte yo y mi familia”.
“La caída en la pileta me provocó una lesión dejándome parapléjico y tuve varias intervenciones quirúrgicas. Hoy estoy con tratamiento de psicólogos y psiquiatras, se hace muy pesado esto”, relató Verón en diálogo con el programa “Yo no fui” en Radio con vos.
Después del hecho, estuvo 21 días internado en Misiones y, al levantarse, estaba con un “fuerte dolor” e “intubado”. Hoy sigue hospitalizado en una clínica de rehabilitación en la provincia de Buenos Aires y le reclama al Ejército que le dé apoyo para que no pierda el contacto con su familia, oriunda de Misiones.
“Ojalá esto cambie después de lo que me pasó a mí», expresó y dijo que «hay que poner un punto final” a los rituales de bienvenida.