«Ahora vivo en un estado de miedo constante. No puedo planear nada», dice Peter, de 27 años.
Él es un vendedor que vive en la ciudad rusa de San Petersburgo y en los últimos días ha enfrentado la posibilidad de ser llamado a luchar como parte de las fuerzas rusas en la guerra de Ucrania.
A fines de julio, Moscú elevó la edad máxima de reclutamiento, ampliando el grupo de hombres que pueden ser convocados para integrarse al ejército. Peter es uno de los millones a los que afecta este cambio.
Antes de esto, todos los hombres en buena condición de entre 18 y 27 años tenían que cumplir un año de servicio militar obligatorio. La conscripción se realizaba dos veces al año.
Ahora, todos los hombres de hasta 30 años pueden ser convocados.
«Iba a obtener una hipoteca este año y comprar un departamento para nuestra familia», le dice Peter a la BBC. «Mi esposa y yo estábamos hablando de planes para el futuro. Ahora todo está en pausa”.
«A partir de enero próximo puedo ser llamado a enrolarme y ser enviado a Ucrania. No quiero unirme al ejército, no quiero participar en esta guerra y morir por los objetivos de otra persona».
El parlamento ruso también aprobó un proyecto de ley que aumenta significativamente las multas para aquellos que no se presenten en una oficina de alistamiento después de recibir un aviso de reclutamiento.
Pueden ser castigados con multas de hasta 30.000 rublos (unas US$315 dólares) luego de que la ley entre en vigor el 1 de octubre. Eso es 10 veces más la multa máxima actual.
El otoño pasado, cuando el gobierno anunció una movilización de 300.000 reservistas, decenas de miles de hombres abandonaron Rusia . Ahora, las autoridades han impuesto una nueva ley que prohíbe que los reclutas abandonen el país una vez que reciben su notificación de enrolamiento.
“Quiero ver crecer a mi hija y vivir en paz”
Alex tiene 30 años y trabaja en una fábrica en Moscú. Su puesto se considera esencial, por lo que se le prometió un documento que le da inmunidad de ser reclutado, asegura.
«Hace dos semanas, de repente comencé a recibir numerosas llamadas y mensajes de la oficina de alistamiento militar. Me decían que debía ir y registrarme como exento del servicio militar obligatorio», le dice a la BBC.
«Tenía dudas, pero finalmente decidí ir», dice.
Para su sorpresa, los oficiales de alistamiento militar comenzaron a decirle que «debe ser un hombre de verdad y no esconderse detrás de sus papeles'».
Luego, señala, uno de los oficiales tomó sus documentos y los selló, obligando a Alex a unirse al ejército en caso de movilización. Intentó protestar.
“El oficial se puso sentimental y me dijo que ‘la patria ha dado mucho y que los hombres nacen para ser soldados’. Entonces ahora debo estar listo para luchar y morir por la patria”.
“Dije que no quiero pelear ni morir, quiero ver crecer a mi hija y vivir en paz. El oficial me recordó que si no me presento, puedo recibir hasta 15 años de prisión”, explica Álex.
“Si voy al dentista, me pueden enviar a la guerra”
En abril, los legisladores rusos adoptaron otra ley que crea un sistema de notificación de reclutamiento digital.
Permite que los documentos de convocatoria se entreguen en línea en lugar de en persona, lo que aumenta en gran medida la posibilidad de encontrar a aquellos que intentan evitar unirse al ejército.
Alex dice que ahora teme que donde quiera que vaya, el gobierno lo vigile: «Tengo miedo de que aunque vaya al dentista, me pueden atrapar y enviarme a la guerra.
«Mi ansiedad ha llegado a sus niveles máximos. Trato de parecer tranquilo para no estresar a mi esposa e hija, pero aún ven que estoy luchando».
Al comienzo de la invasión a Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, prometió que los reclutas no participarían en combates activos. Sin embargo, hay pruebas de que se han desplegado al menos algunos para combatir en Ucrania en varias ocasiones.