Israel se encuentra sumido en una profunda tragedia, con un balance desgarrador que asciende a más de 900 muertos y más de 2,600 heridos a causa de los ataques terroristas llevados a cabo por Hamas. El Ministerio de Sanidad israelí confirmó esta alarmante cifra, que sigue en aumento, mientras el país lucha por recuperarse de una escalada de violencia sin precedentes.
Entre los heridos, se cuentan al menos 376 personas en estado grave, cuyas vidas penden de un hilo. Además, la población civil ha tenido que enfrentarse al lanzamiento de más de 4,400 cohetes desde Gaza, lo que ha sembrado el caos y la desesperación en todo el territorio.
Las autoridades israelíes también confirmaron la pérdida de 130 militares y policías en el curso de esta ofensiva iniciada por Hamas el pasado sábado. Entre los fallecidos se encuentran soldados rasos, pero también figuras de alto rango, incluyendo un general, un coronel y dos comandantes.
La Policía israelí reportó con pesar la muerte de 37 agentes en servicio, y cinco fallecidos en el servicio secreto israelí para el interior y los territorios ocupados, el Shin Bet. Además, se informa que 18 agentes se encuentran desaparecidos, aumentando la angustia y la incertidumbre en el país.
La organización de servicios de emergencia ZAKA, encargada de la búsqueda y recuperación de víctimas, ha reportado una triste noticia adicional: al menos 100 de las 900 personas fallecidas fueron halladas en el kibutz de Beeri, una localidad cercana a la Franja de Gaza. Los cadáveres habrían tenido que ser transportados en camiones frigoríficos debido a la magnitud de la tragedia.
La comunidad internacional sigue observando con preocupación la escalada de violencia en la región y hace un llamado urgente a un cese inmediato de las hostilidades, con la esperanza de poner fin a esta dolorosa y devastadora situación que ha cobrado la vida de tantas personas.