China está solicitando la devolución de osos panda que había enviado a varios países como parte de su estrategia de «diplomacia panda», una táctica para fortalecer relaciones y mejorar su imagen global. Un ejemplo reciente es la familia de osos panda gigantes Mei Xiang, Tian Tian y su cachorro Xiao Qi Ji, que vivían en el Zoológico Nacional Smithsonian en Washington bajo un acuerdo de cooperación de investigación y reproducción. Este caso refleja un cambio en la «diplomacia panda» hacia un instrumento de influencia, ya que China busca recuperar sus icónicos osos en lugar de regalarlos, como se hacía en décadas pasadas. Este enfoque evolucionó desde la década de 1980, cuando China comenzó a prestar pandas mediante contratos de alquiler. Este cambio destaca el creciente poder de China y su uso estratégico de los pandas como herramienta de influencia política y económica.