Un hombre de 50 años fue condenado a tres años de prisión por agredir físicamente a sus dos hijas, siendo declarado culpable de «lesiones leves agravadas por el vínculo». La jueza Ana Laura Ruffini dictó la sentencia tras un acuerdo de juicio abreviado, donde se demostró que el acusado golpeó a una de sus hijas con un cinto en la pierna y a la otra con golpes de mano y una chancleta. Las lesiones fueron certificadas por un médico. Además, se le declaró reincidencia, ya que tenía antecedentes penales previos.