Desde el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos provincial explicaron qué se debe mirar con atención en las residencias que alojan a personas mayores. «Los establecimientos aprobados por el Gobierno son objeto de dos inspecciones anuales como mínimo», aseguró Emiliano Moreno, a cargo de la Dirección General de Personas Mayores.
Cuando una familia decide internar a un ser querido en una residencia para personas mayores se inicia un proceso en el que siempre debe mantenerse alerta para vigilar que se le brinden los cuidados necesarios.
Al respecto, Emiliano Moreno, director general de Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos, brindó una serie de datos clave para que las familias tengan en cuenta respecto de estos centros de alojamiento permanente.
“El primer paso, antes de tomar la decisión, es verificar en la página del Ministerio de Desarrollo Social si la residencia elegida se encuentra aprobada por el Gobierno de La Pampa”, aclaró el funcionario provincial a la Agencia Provincial de Noticias. Si bien la habilitación es competencia de cada Municipalidad, el Ministerio debe otorgar su consentimiento, de acuerdo a lo estipulado por el Decreto 5.106, que reglamentó la Ley Provincial 3129/2019.
Cuando una residencia está aprobada se garantiza que al menos dos veces al año será objeto de inspección por parte del Estado provincial y el municipio. En estos controles se vigilará que se estén cumpliendo todas las normativas que garantizan los cuidados adecuados y el bienestar de las personas mayores allí alojadas.
Respetar la voluntad
Una vez que llega el paciente a la residencia, Moreno le apunta a la responsabilidad de los titulares de la misma para escuchar su voz. “Siempre les decimos a los responsables que deben conversar con las personas mayores y verificar si quieren estar ahí. Esto en el caso de que no tengan una patología que les impida discernir o expresarse, obviamente. Porque si la persona no desea estar internada allí debe respetarse su voluntad”, aseguró el funcionario.
Concretada ya la internación del paciente es importante que los familiares sepan a qué deben prestarle atención para garantizar su bienestar. En primer término, no puede haber barreras para impedir las visitas.
“La ley dispone un amplio horario de visitas, sin turno previo. No se pueden poner trabas ni fijar una franja acotada para tomar contacto con los familiares. Lógicamente que se deben respetar los horarios de descanso habituales, pero fuera de eso, se puede ir cualquier día y en cualquier momento a la residencia”, afirmó Moreno.
Si los responsables del lugar tratan de impedir o acotar estas visitas puede ser una señal de alarma. Por eso los familiares deben estar atentos a que no existan limitaciones injustificadas para sus ingresos. Cuando ocurre esto, hay que sospechar.
Evolución
Otro dato a tener en cuenta es la evolución del paciente. Si una persona baja de peso, tiene signos de deshidratación o se observa una desmejoría general hay que tomar cartas en el asunto. Se debe corroborar primero que esto no obedezca a una patología que esté sufriendo el paciente, obviamente. En caso que no sea así, podría tratarse de negligencia por parte del establecimiento.
Una cuestión importante a controlar es la cantidad de personas que comparten una misma habitación. “La reglamentación dispone que como máximo puede haber cuatro pacientes en un dormitorio. No importa cuán grande sea el ambiente, no puede superarse ese número. Esto es por una cuestión de intimidad y no debe vulnerarse ese derecho”, señaló Moreno.
Del mismo modo, la normativa indica que cada paciente debe tener su propia mesa de luz con un botón de llamado a la enfermería por cualquier emergencia. Los internos tienen que disponer de un lugar personal para el guardado de sus prendas y sus pertenencias.
Señales
Los familiares, en las visitas, deben prestar atención a la cantidad de personal que trabaja en el establecimiento y las tareas que desarrollan. Esto es porque un trabajador o trabajadora que realiza tareas de limpieza no puede dedicarse también a la cocina, o viceversa. Las tareas deben estar separadas y el establecimiento tiene que contar con la cantidad de empleados suficiente.
“Cada paciente tiene que ser atendido todos los días por personal de enfermería y al menos una vez cada 15 días debe recibir atención de un médico, que controlará sus parámetros”, afirmó Moreno. Un dato importante para los familiares es que pueden pedir la historia clínica de su ser querido, la que debe estar siempre en la residencia.
El funcionario apunta que siempre hay que mirarles las manos a los residentes, porque si se produce maltrato allí pueden encontrarse signos evidentes. “En algunas ocasiones estas marcas que les podemos encontrar no obedecen a un maltrato hecho con intención, sino que el personal no tiene la pericia suficiente para levantar a un paciente y como lo agarra mal lo lastima. De una manera o de otra se debe actuar para ponerle fin a la situación”, indicó Moreno.
En cuanto a los pasos que deben darse en caso de comprobarse una situación irregular, hay dos caminos posibles. “Si lo que se detecta es una irregularidad, una contravención, los familiares pueden hacer la denuncia en la Municipalidad local o en el Ministerio. Pero si existe un delito se debe radicar la denuncia respectiva. Yo aconsejo hacerla online en la página del Ministerio Público Fiscal”, señaló.