El papa Francisco hizo un emotivo llamado por la paz ante 30 mil militares y miembros de fuerzas de seguridad de todo el mundo reunidos en el Vaticano para el Jubileo de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, debido a problemas respiratorios, el pontífice no pudo leer su homilía y delegó la lectura a su asistente.
“Hermanos y hermanas, recemos por la paz. Por la martirizada Ucrania, por Palestina, Israel, Myanmar, todo Oriente Medio, Sudán”, pidió el sumo pontífice ante una multitud que lo escuchó con atención en la Plaza de San Pedro. A pesar de su estado de salud, el Papa insistió en su mensaje antibélico: “Que callen las armas en todo el mundo y se escuche el grito de los pueblos, que piden paz”.
Francisco recordó que, según la enseñanza de la Iglesia, el servicio militar debe ejercerse únicamente en legítima defensa y nunca para imponer el dominio sobre otras naciones. “Les pido por favor que vigilen contra la tentación de cultivar un espíritu de guerra, para no ser seducidos por el mito de la fuerza y el ruido de las armas”, advirtió.
El pontífice llegó en automóvil a la plaza tras una noche lluviosa y se lo vio afectado por episodios de tos durante el evento. Aun así, agradeció la presencia de los militares y destacó la importancia de su labor en la seguridad y la defensa de la vida.
El Jubileo de las Fuerzas Armadas es el segundo gran evento del Año Santo 2025, después del dedicado a las Comunicaciones en enero. Los 30 mil militares presentes también participaron en el tradicional paso por la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.