Un escandaloso caso de presunta defraudación en Arata ha tomado estado judicial y se encamina a juicio oral. Un hombre, acusado de vender casi 500 cabezas de ganado pertenecientes a su tía sin su autorización, podría enfrentar una condena de cumplimiento efectivo. El perjuicio económico asciende a unos 500 millones de pesos, según estimaciones preliminares.
Descubren el Vaciamiento del Campo
El hecho salió a la luz cuando personal del SENASA, acompañado por efectivos de la Policía de Seguridad Rural, realizó una inspección de rutina en el establecimiento ganadero. En octubre de 2023, el campo contaba con 498 animales. Pero para enero de 2024, el inventario marcaba stock cero. La propietaria, una mujer de unos 80 años, aseguró no haber autorizado ninguna venta.
Este hallazgo derivó en una denuncia penal radicada con el patrocinio del abogado Pedro Febre, quien representa a la damnificada. El acusado es el sobrino de la mujer, a quien había confiado la administración del campo por su conocimiento en el rubro. Según la denuncia, el hombre vendió los animales sin rendir cuentas, sin informar a la propietaria y sin entregarle un solo peso del producido.
Las Calificaciones del Caso
El Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal Matías Juan, propuso inicialmente la figura de «administración infiel», aunque no descartó avanzar con los cargos de «estafa» o «abuso de confianza», delitos que prevén penas de hasta seis años de prisión. Sin embargo, dada la magnitud del daño económico, el fiscal adelantó que se podría solicitar una pena de cumplimiento efectivo.
Por su parte, la querella plantea una acusación más grave: «abigeato agravado», ya que involucra una sustracción de ganado en gran escala y realizada por una persona dedicada a la comercialización de animales. Este delito contempla penas de entre cuatro y diez años de prisión.
Una Defensa Controvertida
El imputado, representado por el Dr. Ariel García, se ha mantenido en silencio durante el proceso, pero su defensa anticipó que intentarán demostrar que las ventas fueron realizadas por la propia tía, una versión que fue calificada como «llamativa» por el fiscal Juan. “La mujer no solo se quedó sin animales, sino también sin dinero y sin saber cómo ni cuándo se concretaron las operaciones”, remarcó.
Próximos Pasos
El caso ahora se dirige hacia la etapa de juicio oral. En los próximos días se sorteará el juez unipersonal que presidirá el debate, y luego se fijará la fecha de inicio del proceso.
Este episodio pone en el centro del debate judicial la confianza en los vínculos familiares y la falta de controles formales en la administración de bienes rurales.
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