El municipio de Winifreda aceptó la renuncia de un empleado que manejaba una combi oficial con 18 niños a bordo y dio positivo en un control de alcoholemia. El hombre, identificado como chofer de la Municipalidad, optó por renunciar a su puesto de forma voluntaria. La decisión fue aceptada de inmediato por el Departamento Ejecutivo Municipal, liderado por la intendenta Adriana García.
El conductor, que formaba parte de la planta permanente del municipio, presentó su renuncia indeclinable el 6 de agosto, según confirmó el portal InfoWini. Su accionar, considerado «imprudente» y un «grave error», provocó una fuerte indignación en la comunidad y entre las familias de los menores afectados. Aparentemente, el empleado se vio afectado emocionalmente por su conducta.
Los concejales del Partido Justicialista comunicaron la novedad de forma verbal a sus pares de la Unión Cívica Radical durante la sesión del Concejo Deliberante de este miércoles. Como respaldo, exhibieron una copia de la resolución municipal del 4 de agosto, que establecía la separación del chofer de sus funciones por tiempo indeterminado.
Este suceso, calificado como «gravísimo», ocurrió el 2 de agosto. El chofer fue detenido en un control de alcoholemia en el acceso a Santa Rosa y arrojó un resultado de 1,7 g/l de alcohol en sangre. Los concejales opositores habían solicitado días antes un pedido de informes a la jefa comunal sobre «las medidas administrativas y/o disciplinarias» que se tomarían, señalando además que el conductor «sería reincidente en este tipo de conductas».
El conductor de la combi, que transportaba a 18 niños de la localidad en ese momento, puso en riesgo su salud e integridad física, un hecho que profundizó el rechazo generalizado en la comunidad de Winifreda.