• 29/05/2025 16:11

Repartidor se fractura el tobillo tras caer en un pozo y enfrenta meses sin poder trabajar

Radio Contacto dialogó con Luciano Bravo, un joven repartidor de 28 años, quien sufrió un grave accidente mientras trabajaba para la plataforma “Pedidos Ya”.

Todo ocurrió en la esquina de las calles San Juan y Estrada, una zona con múltiples baches peligrosos. Luciano, que circulaba en bicicleta, intentó esquivar uno de estos pozos cuando el asiento de su rodado se desprendió, provocando una caída que terminó con su tobillo derecho fracturado.

“Caí y la bicicleta se me vino encima. Me quebré la pata”, relató con impotencia. Sin poder moverse y sin teléfono —que también se destruyó en la caída— fueron los vecinos quienes lo asistieron y llamaron a una ambulancia. Fue atendido en el Hospital Favaloro, donde confirmaron la fractura y le colocaron un yeso. Posteriormente, el traumatólogo le informó que necesitará una cirugía con colocación de placa y tornillos, y que su recuperación tomará al menos tres meses.

Luciano vive con su pareja, quien no trabaja, y depende únicamente de su ingreso como repartidor. Actualmente se encuentra en su casa, con la pierna en reposo absoluto, sin poder movilizarse ni generar ingresos. “No tengo otro sustento. Este trabajo era todo para mí”, explicó.

Además de la incertidumbre sobre su salud, Bravo enfrenta dificultades para acceder a la cirugía: “Me dijeron que en el hospital público me pueden operar, pero no se sabe cuándo. Y si espero mucho, después no me recomiendan hacerlo porque los huesos se sueldan mal.”

Luciano ya se contactó con “Pedidos Ya” para pedir algún tipo de asistencia, pero hasta el momento no ha recibido respuesta. Tampoco hubo intervención del municipio, pese a que el accidente fue producto de un pozo en la vía pública. “Uno se queda con bronca, porque por un pozo me quedo dos o tres meses sin trabajar. No es un raspón, se me rompieron dos huesos del tobillo”, lamentó.

Hoy, sin celular propio y dependiendo de un teléfono prestado, espera ayuda y busca visibilizar su situación. “Si alguien puede darme una mano, será de corazón. Pero también quiero que se hagan responsables los que tienen que hacerlo, porque esto le puede pasar a cualquiera.”
Luciano agradece cualquier colaboración y espera que su caso sirva para que se atienda el grave problema de los baches en la ciudad y se brinde mayor protección a los trabajadores de aplicaciones.