Desde el verano pasado, la comunidad viene advirtiendo sobre el deterioro progresivo del emblemático Teatro Español de Santa Rosa. Sin embargo, la situación llegó a un punto crítico: el edificio lleva tres meses sin servicio de gas debido a la rotura de un caño que la Municipalidad aún no repara.
Esta falta de calefacción convirtió el histórico espacio en un verdadero calvario para empleados, artistas y público. Las condiciones de trabajo se han vuelto insostenibles, al punto de que el personal del teatro, harto de esperar soluciones, tuvo que comprar garrafas con su propio dinero para intentar soportar las bajas temperaturas. No obstante, esta semana decidieron no reponer más el gas envasado, cansados de asumir un gasto que consideran ajeno a sus responsabilidades.
El impacto de esta situación no se limita al ámbito laboral. Las funciones culturales también se ven afectadas: el público se retira antes por el frío insoportable, y artistas, cantantes y actores denuncian que es “imposible” permanecer en los camarines o sobre el escenario debido a las condiciones térmicas.
Frente a este panorama, el director de Cultura, Walter Llanson, autorizó que el personal comience su jornada laboral más tarde para evitar las horas de frío más intenso. Sin embargo, esta medida es apenas un paliativo ante una problemática que compromete seriamente la operatividad del teatro.
La desatención también alcanzó a las actividades educativas. La Banda Municipal, que ofrecía clases didácticas en el lugar, debió suspender sus encuentros debido al frío, privando a la comunidad de uno de los pocos espacios de formación artística disponibles.
Pese a los reiterados reclamos realizados ante la Dirección de Cultura y el área de Teatro de la Municipalidad, no hay respuestas concretas ni soluciones a la vista. El deterioro del Teatro Español no solo afecta el confort de sus trabajadores y asistentes, sino que pone en jaque a una institución cultural clave para la vida de Santa Rosa.