El pueblo de San Martín se sumió en un emotivo homenaje para despedir a dos de sus propios íconos, Raúl Espir y Sergio Berardo, quienes encontraron su final en las alturas de la cordillera. En un acto que congregó a la comunidad, se rindió tributo a estos amantes de la montaña que dejaron una marca imborrable en la localidad.
A las 15.06, el tiempo se detuvo en San Martín, marcando el momento en el que estos dos alpinistas alcanzaron su cumbre final. Este gesto unió a todos, permitiendo que desde cualquier rincón del pueblo se rindiera homenaje a estos valientes.
El recuerdo de Raúl Espir resonó entre sus amigos del «asado de los martes», quienes recordaron su famosa frase «Siquiatra o montaña». En su última cita pendiente, prometió cocinar al regresar, un compromiso que no pudo cumplir. Sin embargo, su legado de valentía y pasión por desafiar las alturas permanece intacto en la memoria de todos.
La despedida comenzó a las 10 de la mañana, abriendo las puertas de la sala velatoria para recibir a aquellos que quisieron dar su último adiós. Los ataúdes, adornados con fotos de ambos en su elemento natural, la montaña, recibieron a una marea constante de vecinos, cada uno dejando sus condolencias y saliendo con el peso de la tristeza compartida.
La nueva intendenta, Yésica Sibert, quien compartió camino político con Espir, fue una de las primeras en presentar sus respetos. Con palabras cargadas de admiración y cariño, recordó el legado de positividad y apoyo constante que el difunto dejó en cada vida que tocó.
San Martín, sumergido en la pérdida, resalta la fuerza de estos dos hombres que desafiaron los límites de la montaña, llevando consigo un espíritu que seguirá inspirando a generaciones venideras.