Un poderoso terremoto golpeó el centro de Japón, generando preocupación por la posibilidad de un tsunami. El movimiento telúrico, de magnitud preliminar 7,6, desencadenó alertas de evacuación en las costas occidentales y dejó a miles de hogares sin electricidad. Se registraron olas de aproximadamente 1 metro, y se teme la posibilidad de olas mayores. Las alertas de tsunami emitidas por la Agencia Meteorológica de Japón abarcan varias prefecturas, marcando las primeras advertencias significativas desde el devastador evento de 2011. Además de Japón, Rusia, Corea del Sur y Corea del Norte también han lanzado sus propias advertencias debido a la posibilidad de tsunamis en sus regiones costeras.