Las clínicas y sanatorios de La Pampa, junto a instituciones de la Patagonia, han emitido un grave alerta sobre la situación crítica que atraviesan con el PAMI, advirtiendo que es insostenible mantener la atención médica bajo las actuales condiciones.
En un comunicado conjunto, los establecimientos de salud de La Pampa y otras provincias de la región, como Chubut, Río Negro y Neuquén, manifestaron que el impacto inflacionario ha desbalanceado la relación entre los costos de las prestaciones médicas y los valores retributivos del PAMI. A pesar de haber realizado gestiones para buscar soluciones desde marzo de 2024, las adecuaciones recibidas han sido insuficientes.
Los datos son alarmantes: en el periodo de diciembre de 2023 a agosto de 2024, la inflación alcanzó un 144%, mientras que los salarios del sector aumentaron un 138% y los aranceles de PAMI solo un 73%. Esta situación ha llevado a una depreciación del 40% en los aranceles, lo que pone en riesgo la atención de aproximadamente 280.000 beneficiarios en la región.
Las clínicas y sanatorios han hecho un esfuerzo considerable para mantener los servicios, pero enfrentan serias dificultades para adquirir insumos y contratar profesionales. Si no se realizan ajustes retributivos adecuados, advierten, el sistema podría deteriorarse rápidamente, comprometiendo la calidad de atención.
Las autoridades de salud piden a la población, especialmente a los pacientes de PAMI, que tomen conciencia del riesgo que corre el futuro de la atención médica. A pesar de sus esfuerzos por garantizar las prestaciones, la situación actual supera su capacidad de respuesta. La solución depende de decisiones urgentes por parte de los responsables de la Obra Social de los Jubilados, quienes deben actuar rápidamente para evitar un colapso en los servicios de salud en la región.