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Máximo Thomsen habló para la TV sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa: «Le pegué, pero nunca quise que terminara así»

May 29, 2024

Máximo Thomsen, preso en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero cumpliendo una condena a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa, habló por primera vez desde la cárcel sobre los hechos ocurridos el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. «Estuve ahí, participé y le pegué, pero nunca quise que pasara algo así», confesó respecto al homicidio.

En una entrevista de casi dos horas con el periodista Rolando Barbano, Thomsen dio su versión de los hechos, admitiendo su participación en la agresión pero negando la intención de matar. «Yo solo recuerdo que entré pateando (a la pelea). Yo no me quiero esconder de lo que pasó, quiero que nos culpen por lo que pasó, no por algo que dicen que pasó», expresó, quebrándose en llanto.

Continuó con la voz entrecortada: «Estuve ahí, participé, le pegué, pero nunca quise que esto terminara así». Su llanto interrumpió nuevamente sus palabras. «Es difícil, porque es un cargo de conciencia importante, porque cuando uno no lo busca, no espera esta consecuencia».

Thomsen, junto con Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Matías Benicelli, fue condenado a prisión perpetua por homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones leves. La primera parte de la entrevista fue emitida por Telenoche en El Trece, y la segunda parte se emitirá este miércoles.

Con la ayuda de su nuevo abogado, Francisco Oneto, ex candidato a vicegobernador de La Libertad Avanza, Thomsen busca revertir la sentencia dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores. Fue señalado como el líder del grupo y el responsable de la patada mortal en la cabeza de Báez Sosa, cuando este ya estaba inconsciente en el suelo.

En su declaración, Thomsen intentó desacreditar la premeditación que sostiene la perpetua: «Era una persona joven, como nosotros. Cargar con la conciencia de que sí, fue por culpa de nosotros, mía también… Pero nadie lo quiso así. Estoy seguro: ni yo ni mis amigos, ninguno quiso que esto terminara como terminó. Es una vida y nadie es quién para quitarle la vida a una persona».

A sus espaldas, la cámara capturaba la imagen de la Virgen de San Nicolás. Thomsen había dejado atrás el relato de su vida antes de ese 18 de enero en Villa Gesell, cuando estudiaba para ser profesor de educación física y se entrenaba en rugby con el Club Atlético San Isidro. También recordó sus veranos trabajando con su padre en riegos y cómo, durante las vacaciones, el alcohol era su principal consumo. “Si no tomaba no me divertía. Lo hacía en exceso y era mi manera de divertirme”, mencionó.

Después de explicar que “no hay nada de violencia en el rugby”, el condenado afirmó: “Esto no tiene nada que ver con el rugby, tiene que ver con la cuestión social. Uno sale a la calle y hay violencia”. Justamente, mencionó las noches de peleas en Zárate. “Sí, pasaba que salía y era muy normal tener dos o tres peleas seguro; con baldosas, armas, cuchillos, era una cuestión difícil. Siempre lo vi. Me he peleado y no es algo de lo que esté orgulloso y es algo que traté con un psicólogo”.

Thomsen recordó que en sus peleas nocturnas en Zárate “nunca” se le “pasó por la cabeza matar a alguien”. Añadió: “Uno no siente que con las manos o con el cuerpo uno pueda llegar a un extremo de matar a alguien”.

El condenado detalló que el grupo con el que fue ese enero de 2020 a Villa Gesell eran solo sus amigos de las vacaciones. ¿El plan? “El plan era tomar a la tarde y a la noche, y salir”, admitió y reconoció que el 18 de enero en que murió Fernando: “Llegué borracho al boliche Le Brique”.