Un hombre de 53 años, que se desempeñaba como encargado de un edificio en Santa Rosa, fue condenado a un año de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple contra una adolescente de 17 años que residía en el mismo inmueble.
El juez de audiencia, Gastón Boulenaz, dictó la condena tras considerar el testimonio «creíble, consistente y contundente» de la víctima, quien declaró en Cámara Gesell. Las pericias psicológicas también confirmaron signos de angustia compatibles con la situación de abuso.
El abuso ocurrió el 9 de octubre de 2024. El condenado citó a la joven a su departamento con la excusa de ofrecerle trabajo. Una vez allí, el hombre la abrazó sorpresivamente, intentó besarla dos veces en la boca (sin éxito), y la retuvo en el lugar, pidiéndole que «no contara nada».
El magistrado destacó la asimetría de poder y el aprovechamiento de la confianza que el encargado tenía debido a su rol y conocimiento de las rutinas de la familia. El juez encuadró el hecho como abuso sexual simple (artículo 119 del Código Penal) y enmarcó la conducta dentro de un contexto de violencia de género y en perjuicio de una menor de edad.
La pena de un año de prisión es de cumplimiento condicional. Adicionalmente, el condenado deberá cumplir con las siguientes reglas de conducta por dos años:
Mantener una distancia mínima de 200 metros respecto de la víctima.
No establecer contacto con ella por ningún medio.
Fijar domicilio y someterse al control del Ente de Políticas Socializadoras para Personas en Conflicto con la Ley Penal.
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